Enfermo de gripe y con 40 grados de fiebre, en estas condiciones acudió Gene Kelly al rodaje de una escena donde tendría que interpretar un baile mientras cantaba bajo la lluvia. Cuentan los rumores más profundos que, a pesar de las nefastas condiciones, el actor consiguió acabar la escena en una toma única. Toda una proeza, aunque se encontrara con una salud de hierro. De este modo, tras mucho esfuerzo y buenas dosis de improvisación, casi sin quererlo, Gene Kelly había marcado con su sonrisa empapada una profunda señal en la historia del cine.

Porque pocas películas consiguen calar tan hondo en el imaginario colectivo como la mítica escena de “Cantando bajo la lluvia”. Una escena donde elementos tan desfavorables como la incómoda lluvia y los zapatos encharcados, quedaban totalmente eclipsados por la alegría que irradiaba el personaje de Gene Kelly tras la pantalla. Esta chocante situación simbolizaba un claro mensaje de positividad y optimismo ante la adversidad, un apoyo firme contra los obstáculos que se presentan en el camino.

Este punto de vista tan singular unido a una pegadiza canción ha conseguido cambiar, en gran medida, el concepto triste y negativo que evoca la lluvia hacia un concepto mucho más animado. De este modo, no es extraño imaginar a personas cambiando su humor cuando su mente invoca la popular melodía en días lluviosos. Observando este hecho desde una óptica más abstracta, una escena musical se ha transformado en un himno de la alegría contemporáneo para días donde cualquier impulso es bienvenido.

Así,enfermo de gripe, Gene Kelly protagonizaría una escena que cambiaría la historia del cine y la forma de ver la lluvia con un mensaje de alegría único. Una gran hazaña que el Teatre Tívoli te da la oportunidad de experimentar con la proyección sinfónica de “SINGIN’ IN THE RAIN”. No olvides reservar tu butaca aquí